UN IMPARCIAL VISTA DE DEVOCIóN ADMIRABLE DE LOS 7 DOLORES QUE MARíA SANTíSIMA SINTIó EN LA VIDA Y MUERTE DE SU AMADíSIMO HIJO

Un imparcial Vista de Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo

Un imparcial Vista de Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo

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Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubre mi alma con tu protección cuidadoso a fin de que siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a Su apego y obedezca Su divina voluntad.

Su súplica de paciencia a Altísimo se refleja en esta gracia: “Les atinaré cuanto pidan, siempre que no se oponga a la adorable voluntad de mi Divino Hijo ni a la santificación de sus almas”.

La Doncella de los Dolores nos enseña a ser fuertes frente a los sufrimientos de la vida, teniéndolos a Ella y a su Hijo como modelos de santidad

La oración de los 7 Dolores de la Virginal es una forma de conectarse emocionalmente con la Inexplorado María y meditar en su sufrimiento como raíz.

Al unir nuestros dolores a los de María, tal como Ella unió Sus dolores a los de su Hijo, participamos en la redención de nuestros pecados y los del mundo entero.

Uniéndome al dolor que María sintió en esa ocasión, pido fuerzas y gracias para soportar con paciencia todos los dolores de mi vida, aceptarlos con serenidad, fortaleza y esperanza, para así sustentar siempre encendida en mi alma la bombilla de la Seguridad y la confi anza en su perpetuo socorro.

Apenas llegado el divino Isaac Redentor a la cumbre del Calvario, sitio destinado para el sacrificio de su infinito apego, cargado con el enorme peso de la cruz, llagado, cansado y sin aliento, sin concederle descanso ni alivio alguno, le arrancan los crueles verdugos la corona de espinas para retornar a hincársela luego con más crueldad; le quitan en seguida sus vestiduras, rasgando y abriendo más y más con esto las innumerables llagas y heridas de que estaba cubierto su santísimo cuerpo, le tienden sobre la cruz, le dislocan con la veterano violencia sus miembros, le clavan de pies y manos en la cruz, y la enarbolan en presencia de Jerusalén, a aspecto del paraíso y de la tierra, para que sean testigos de su ignominia. A todo esto, estaba presente la desolada Virgen, madre del más sobresaliente y puro inclinación.

Al concluir el rezo de los 7 Dolores de la Inexplorado, puedes finalizar con una oración de agradecimiento y pedirle a la Doncella María que te acompañe en tu vida diaria y te ayude a vivir en unión con su Hijo Jesús.

El Rosario de los Siete Dolores es una forma particular de honrar a la Inmaculado María y unirse a sus sufrimientos. A través de esta devoción, los fieles pueden acercarse a la Madre de Jesús y sufrir su compasión y apego materno.

Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de su vida. Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte; verán el rostro de su Madre. He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas de esta vida terrenal a la ventura eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.

Esta actos se basa en meditar y rezar sobre los siete dolores que la Madre de Jesús experimentó mientras acompañaba a su Hijo en su camino alrededor de la redención de la humanidad.

Pero es más lamentable que muchos católicos, que la tenemos y aceptamos por raíz, todavía nos olvidemos de ella y no le recemos el Santo Rosario ni meditemos en sus dolores.

Doncella María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste Cuadro el momento cumbre de su pasión; Tú misma igualmente te repararíGanador expirar de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor.

La devoción de los Siete Dolores de Nuestra SeñYa proviene de una revelación de santa Brígida de Suecia, y es proporcionado simple: se medita sobre uno de los siete dolores y se aoraciones reza un Pajarraco María después de cada uno.

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